*
«Abubilla
deliró aquí»
QUIZÁS
HOY HE MUERTO
Y
HAY UN PAÍS EN MI CORAZÓN
sus
perdiódicos están vacíos
en
sus calles hay un ejército de muertes en camino
y
SU BANDERA ES TU ROSTRO
QUÉ
MIEDO
(qué
divertido es analizar sintácticamente el guión de una película
porno
mientras
te amo)
¿ES
ESTE EL CREPÚSCULO CORRECTO
o
me he equivocado otra vez y tengo que dar marcha atrás?
seguidme,
enfermos
lisiados
fabricados en el futuro
vamos
todos a escribir una carta de amor a Dios
¡mi
corazón se atraganta con tanta oscuridad
hoy
voy a declararme!
no
me atrevo
no
¿es
este mi final, justo ahora que descubro que no estoy vacío?
¿¿¿¿¿MI
FINAL INFIEL fabricado en taiwan?????
¿pompas
de jabón en lugar de ojos?
¿voy
a ser pasto de la memoria?
nonononononono
yo
ya me he entregado
pero
tú no lo sabrás
no
debes recibir este cuerpo blanco
que
cruzará la eternidad
sin
echar una sola moneda a los mendigos
no
debes saber nada de la gloria
que
despertaste
..
.
.
.
JAJAJ
MAL
MUY
MAL
el
aire va mal
aunque
esté prácticamente muerto
es
mi deber anunciarles
la
nueva religión
basada
en la misericordia y las peceras
el
universo carraspea, quiere llamar la atención
pero
no vamos a hacerle caso
está
desperdigado, está perdido
nosotros
seguimos a lo nuestro
MAÑANA
SERÁN DIOSES LO QUE HOY SON TURISTAS
MAÑANA
SERÁN CÁRCELES LO QUE HOY SON OPORTUNIDADES
MAÑANA
SERÁN ORACIONES LO QUE HOY ES CAOS
mis
pensamientos llevan hasta ti aunque yo no lo quiera...
crujen
como muebles; ¿en qué armario guardo la tormenta, mamá?
¿EN
QUÉ CAJÓN PONGO LOS OCÉANOS?
¿qué
demonios...?
...........................
todas
las ideas están protagonizadas por un hermoso caballero que defiende
el mundo del mal absoluto
encarnado
por un monstruo perverso y despiadado
obviamente
el caballero acabará con el monstruo
o
el monstruo con el caballero
pero
habrá perfección igualmente
...........................
pero
la idea de amor es un virus, ¿QUÉ HACE EL CABALLERO BESANDO AL
MONSTRUO?
..................................................
\
HISTORIA
DE UNA MUERTE
UN
poco antes de la muerte......
YO-
¡ES UNA SEÑAL!
SUJETO
0- ¡Pero si te estás muriendo!
YO-
Sí, pero.... ¿QUÉ SIGNIFICA?
SUJETO
0- ARGGGGGGGGGGG
después
de morir:
primero
una pequeña visión de alguien comiendo tijeras y en seguida....
SUJETO
nº1-¿Lo ha conseguido? ¡No me lo creo!
SUJETO
nº2 - ¡Has logrado morirte! ¡HACÍA UNA ETERNIDAD QUE NADIE HACÍA
ESO!
YO-
??????????
SUJETO
1- Ya sabes lo que dicen, JAWKDNLNwdnIUDNLBALDBL
SUJETO
2- VENGA NO TE HAGAS EL REMOLONNN
YO-
where do am I:::{P:{":"P{:".
*
«La
madre y el hermano»
Una
madre le preguntó a su hijo, donde esta tu hermano? Y su hijo le
respondió: todavía duerme mamá. La madre se arreglo y salió para
el trabajo diciendo: - hijo cuida bien de tu hermano, y el niño
respondió: - esta bien mamá. La madre le dijo: hijo, mira lo que
hay para comer y almuerzan junto con tu hermano. Y el hijo dijo: -
bien, mamá te amo, y su madre se fue a trabajar. Cuando la madre
volvió en la tarde, le preguntó: donde esta tu hermano? Y el niño
dijo, esta durmiendo mamá!! Entonces ella se dirigió hasta el
cuarto y se dio cuenta que le faltaban 50 pesos, notando que su hijo
estaba muy callado.
SIN
PREGUNTAR NADA AL HIJO, ELLA TOMÓ EL CINTURON Y EMPEZÓ A GOLPEARLO,
SIN LASTIMAA ALGUNA, SIN PIEDAD. FUE TANTA LA GOLPIZA QUE HASTA
INCLUSO LE ROMPIO LOS DIENTES, Y EL NIÑO TUVO QUE SER INTERNADO CON
TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICOS.
Al
llegar en su casa, arrepentida por lo que había hecho con su hijo,
fue hasta la cuna, donde dormía el otro hijo, y ve que al lado de la
cuna, había una CARTITA que decía:
“MAMA,
TOME LOS 50 PESOS QUE ESTABAN EN TU CUARTO Y COMPRE LECHE PARA MI
HERMANITO PORQUE NO HABIA. TE ESTOY ESPERANDO ABAJO, PARA QUE COMAMOS
JUNTOS, TE AMO AMA!!!"
Al
leer aquella nota, la madre vuelve al hospital, le pide al medico
para ver a su hijo, a lo que el medico la autoriza y ella ingresa a
la sala donde estaba su hijo, y llorando comienza un breve dialogo:
-
HIJO, PERDONAS A TU MADRE? - EL HIJO casi sin fuerzas para hablar le
responde: MAMA, CUIDA BIEN DE MI HERMANITO, NUNCA LE HAGAS LO QUE A
MI ME HICISTE. NO TE PREOCUPES, YO TE AMO…. MAMA TU PERDISTE UN
HIJO, PERO DIOS SE GANO UN ANGELITO…………(y luego el niño
murió)
A
CADA 10 HORAS UN NIÑO ES MUERTO POR ALGUIEN DE SU PROPIA FAMILIA!!!
ESTOY
EN CONTRA DEL MALTRATO INFANTIL, REFLEXIONAA.!! AL NIÑO, NIÑA O A
UNA MUJER... NI CON EL PETALO DE UNA FLOR..
*
«Caso
real»
“Mi
bebe de 2 años desprendia un olor orrible d se naris y boka a todas
oras incluso le compre cepillo d dientes y olia mas feo pk olia a
pasta pero el olor no se iba en la nariz no tenia nada bisible solo
mucho mokito duro 4 meces asy asta k estornudo muy fuerte y sako un
pedazo d papel lleno muy grande con moko con un olor casy putrefacto
y el problema se acabo”
*
«El
prisionero I»
Sin
el lejano perfume del mañana no querrían comer el negro pan del
hoy.
GIOVANNI
PAPINI
11/05/2015
En
la horrible soledad de la celda mis recuerdos parecen esperanzas.
Reboto de una pared a otra, me como las uñas, entiendo que estoy
solo, me suplico la cordura y justo después me entierra el canto de
las sirenas.
Sueño
que en medio de todo el mundo en guerra hay una ciudad de paz, y
todos sus habitantes viven locos y obesos. Calles y calles vaporosas
llenas de inmensos milagros que vagan grismente como infartos, y una
pena infinita se apodera de mí: quisiera zarandear a cada persona
que cree ir a alguna parte, gritarle "¿qué
le hiciste a hoy? ¡asesino!".
Y subir a los trenes y gritar "¡adiós,
asesinos...!".
Pero sueño que nadie cree en mí porque no vendo nada. Si me sentara
por toda la eternidad a la orilla de la calle, sin comprar nada,
nadie podría encontrarme. Sería un desgraciado, igual que dios,
para quien nosotros no somos más que estrellas. ¿Es imbécil
conversar con las estrellas? No lo creo. Lo imbécil es exigirles una
respuesta. Yo sólo invitaría a las estrellas a mi boda con la nada.
Sólo invitaría a las estrellas a mi muerte.
Pero
nada de eso, estoy aquí anegado entre las paredes de esta celda y me
han escondido el cielo. Sólo ahora entiendo por qué afuera le
llaman el "aire libre". Dentro de este cubo de duermevelas
el aire es lo que más se parece a mí: un ser invisible atravesado
por todo y quieto de puro dolor, y dolorido de pura quietud.
¡Ah!
También he escrito este poema, con el que cierro esta mi primera
entrada del diario:
Cuando
subimos a la nada
Por
el camino blanco
El
corazón se nos dilata
De
hermosura y de espanto
A
cada paso que damos
En
mitad de este silencio
Cada vez que respiramos
Cada vez que respiramos
Entre
el manto del invierno
Hay
algo extraño que nace
Y
de pronto nuestros pasos
Atraen
tinieblas de nieve
Todo
el tiempo se hace tarde
Seres
turbios y afilados
Nos
buscan locos de miedo
La
montaña está despierta
El
bosque seco nos sigue
Nosotros
huimos despacio
Nuestras
huellas indecibles
Como
tierras a la vista
Murmuran
siempre lo mismo:
Tu
viaje no tiene nombre
Tu
viaje no tiene fin.
La
nieve cubre mis pies
Que
se hunden hacia la cima
Siempre
antiguos bajo el sol
Fantasmal
que yace arriba
Nuestra
propia voz sin fondo
Brilla
en todas las esquinas
Donde
oscuros animales
Lanzan
miradas furtivas
Y
los arroyos helados
Como
regueros de sueños
Son
la sangre del lugar
Corriendo
tan despacio
Que
creo ver cómo me mata
Ya
llegamos a la cumbre
Un
sitio vacío y perdido
Es
el corazón del mundo
El
fragor de nubes rojas
Va
arrinconando los cielos
A
la sombra de la mañana
La
montaña se deshace
Sólo
queda regresar.
*
«Damisela
sexy y un ataque de sinceridad»
QUE
CONSTE QUE ESTO NO LO HA ESCRITO ABUBILLA, SINO ALGUIEN
1.
–Eres
un imbécil.
Y
básicamente, todo lo que haces es decir mierdas.
–No
me importa.
–Sí,
ya veo que no te importa.
–Claro,
no me importa.
–Creía
que eras más maduro.
–No
sé, tampoco me importa mucho.
2.
–Mi
examen es mañana.
Lo
más triste de todo es que puedo usar apuntes.
No
me había dado cuenta.
–Lo
siento, pero no me importa.
–Lo
suponía.
Hice
un esfuerzo por arreglar esto, pero veo que no merece la pena con
alguien como tú.
–Veo
que no lo entiendes. En realidad, ¿sabes lo que es la apatía?
Supongo que sí. Me ocurre lo mismo con todo, y sobre todo contigo,
me causas indiferencia. No me produces nada. Ni siquiera un poquito
de ternura, todo queda eclipsado por algunas imágenes de carne roja
caliente y sudorosa. No me importas nada, si dices que soy un imbécil
o lo que sea, te doy la razón, no me cuesta nada soy bastante
solidario. Si me dices que sientes algo por mí, te digo que siento
lo mismo por ti, sólo por educación. Si me insultas, te dejo tu
espacio, pero no es porque quiera solucionarlo o porque te respete,
es que, simplemente, me da igual. Eres algo superficial. Pero no es
tu culpa, no es por tu baja autoestima, ni tampoco por tu falta de
amor propio, ni siquiera es por las quejas de tus defectos ni nada
por el estilo. Es que me la sudas. De verdad, me resultas
indiferente. La misma indiferencia que sienten los cerdos cuándo
tienen una mosca posada en el lomo, ni siquiera te presto atención.
3.
– ...
–
*
«Templos
y menstruaciones»
a
mi amiga la hidra Larva
quien
llora armada de penumbras
expulsada
de su destino
y
está esperando su nacimiento
amanecer
viudo maquinando junglas
quirófano
de ángeles asomados al váter
un
ángel de alma ahogada…
a
mi amigo el fénix Vorj
quien
cruzó el río sin noche en una barca ilusa
abrazando
un más
allá desdentado
cruzó
las
agonías hipnóticas del río sin noche
con
la respiración llena de moscardones abismales
supermercado
de ángeles vomitantes
un
ángel de alma robada…
*
«El
abismo HD»
un
cansancio embrujado
me
ha traído de nuevo
al
borde del abismo
vuelvo
a ver al silencio
la muerte hormigueando
en galaxias sin destino
no dejo de mirar
a las hadas despeñarse
por los ecos de mi memoria
y al precipicio de mi memoria
susurrando hadas hundidas
veo las manos de quien pide vivir
y las lágrimas de quien pide sonreír
y los dioses de quien pide llorar
los días son hormigas
recorriendo un sueño
y yo soy el hormiguero
donde guardan el miedo.
la muerte hormigueando
en galaxias sin destino
no dejo de mirar
a las hadas despeñarse
por los ecos de mi memoria
y al precipicio de mi memoria
susurrando hadas hundidas
veo las manos de quien pide vivir
y las lágrimas de quien pide sonreír
y los dioses de quien pide llorar
los días son hormigas
recorriendo un sueño
y yo soy el hormiguero
donde guardan el miedo.
*
«ajhh»
¿qué
hacía esa sonrisa en mi cara? ¿y por qué agitaba ahora la mano en
el aire, acaso había algo que mereciese la pena por ahí cerca? ah
no, sólo le decía adiós a la chica con la que había compartido mi
cuerpo hacía un momento, los dos revolcándonos en la hierba y
besándonos sin amor, con la mente callosa y tan desesperanzadora
como una papelera llena de barras de pan... ella se alejaba
contoneándose y eso me aliviaba, me dejaba tranquilo al mismo tiempo
que iba reflejando toda mi alma apagada y aplastada por el mapa de mi
vida... recordé que había sonreído mucho y muy tontamente cuando
no estaba apretándome los labios contra esa preciosa columna humana
y sentí repugnancia hacia mí mismo y sentí en mi propio vientre la
desidia de las estrellas: había algo insoportable entre mis
pensamientos, como si todo me diera igual de pronto, como si
estuviera velando un cadáver. En algún momento de mi vida alguien
había inyectado un tanatorio dentro de mí, y ahora si acerco el
oído a cualquier parte de mi piel, puedo oír llantos desesperados,
suspiros y solemnidades amargas. En cuanto estuve solo me golpeé la
cabeza contra una pared hasta que brotaron gotas de sangre fría de
mi frente y me hice una herida que parecía un ojo. Todo se puso
turbio, quise llorar porque llevaba 21 años en este mundo y seguía
siendo un cobarde al que le habían robado hasta la soledad. Al menos
estoy vivo, en lugar de... pensé sin lograr terminar, y mirando al
puente de plaza españa donde por las noches duerme monstruosamente,
entre el frío, una familia de gitanos. Pasaron muchas cosas sin
importancia durante horas y llegué a casa con un nudo en la garganta
y pensando en un mar de silencio y en que si mi mente pusiera un
huevo, dentro del huevo habría una estatua de un huevo, y mis padres
estaban frente al televisor, donde un presentador recitaba el número
de muertos en guerras y terremotos, y mi hermano veía youtube, donde
había muertes virtuales..... "he
terminado"
logré pensar y me fui directo a la cama, ya podrido del todo, apagué
la luz y desaparecí para siempre jamás y me sacrifiqué y creo que
sonreí cuando noté que me llevaban al manicomio para el eterno
despertar.
*
«…»
recuerdo
cuatro cosas de él y ahora está muerto
no
se puede sobornar al tren
no
recuerdo mucho pero he firmado mi sentencia de muerte
no
se puede sobornar al rey
*
«Poema
logrado: Visiones»
El
sigilo de la destrucción horrisueña.
La deprimisión de
mi semen viajando hacia el descorazón de
un cuadro. La patria de espuma y espermaventuras embobadas
y ojos fumigados infiernos y frenesirenas húmedas
de sangre...
Atadme y rescatadme, soy una máquina tragaguerras, un montón de vertigusanos chillarmonías que retozan en la sombra ardiente... El ocaso es una casa de muñecas santificada por bisturíes...
Estornudando
mitos humoribundos como
este y
melancolías de miel o mielancolías de
papel junto al ocaso que santifican las barbisturíes. Para
escapar del escaparate imite
a las peonzas. Si
no se ve convertido en el respingo de un cementerio, algo ha
hecho mal, algo le falta a su palidorado amanecer...
Iba
por la calle tranquilo y sin objetivos cuando me golpeé la cara con
un cristal. No podía ser, había una pared de cristal en medio de un
lugar tan concurrido, ¿cómo era que nadie se había dado cuenta?.
Miré a mi alrededor y comprobé que todo el mundo seguía caminando
como si nada, pasando junto a mí, atravesándolo todo. Entonces
traté de seguir mi camino como si el cristal fuera una cosa de mi
imaginación, pero de nuevo me di de bruces con esa superficie
transparente, esta vez tan fuerte que mi nariz empezó a sangrar.
Estaba estupefacto y asustado. Nadie de por ahí parecía tener el
mismo problema que yo. Me tapé la nariz con la mano mientras me daba
cuenta de que ya había gente que se había parado a mirarme. Estaban
riéndose y sacándome fotos. Yo palpaba el cristal buscando sus
bordes, pero no los encontraba. Traté de rodearlo, pero a los pocos
pasos me tropezaba con la misma barrera. Al final desesperé y,
avergonzado por las burlas de la gente, di media vuelta para volver
por donde había venido. Me volví a golpear: detrás de mí también
había aparecido ese maldito obstáculo invisible. Entonces se me
llenaron los ojos de lágrimas. Miré suplicante a los que se habían
arremolinado en torno a mí, pero ellos parecían no comprender nada
de mi situación. Tocándolo con las manos adiviné que mi prisión
tenía forma de huevo. Sobre mí se cerraba también una cúpula de
cristal. No había esperanza posible. Ni siquiera pedí ayuda, me
senté en el suelo, cerré los ojos y vi la televisión.
Era
el telediario. Había como un desierto a oscuras, unas pocas ruinas
desperdigadas y un incendio verde brillando a lo lejos. El reportero,
un hombre mayor con demasiadas arrugas y los ojos llorosos,
estaba presuntamente contando las últimas noticias de la
guerra. Debajo de él había un letrero en el que se leía: "Jesús
Gutiérrez, reportero de guerra en Madrid" En
la parte superior derecha de la pantalla, escritas en rojo,
parpadeaban las palabras: EN
DIRECTO. El
hombre tosía una y otra vez. "Hoy es otro día trágico
-decía- para todos los seres de este mundo. Soy un rehén de los
caballeros del arte, y la única noticia aquí es mi muerte."
Por la entonación torpe de su voz, parecía que ese pobre señor
estaba leyendo lo que decía. Continuó: "ellos me han traído
aquí, a esta tierra consumida por la radiación, para que ustedes
puedan ver con sus propios ojos el poder de las armas de que
disponen. Mientras hablo, esa radiación está entrando por todos mis
conductos y poros y pronto sufriré las..." De repente, Jesús
pareció ser atravesado por una oleada de dolor, se agarró la cabeza
con las manos, estuvo gimiendo y jadeando durante unos pocos
segundos, y cuando levantó por fin la cabeza y miró a cámara, vi
que tenía un ojo en la frente. Parecía confuso y aterrado, y no
dijo ni palabra hasta que se escuchó el sonido de un arma
cargándose. El tercer ojo parpadeó muchas veces. "las...
consecuencias. Mi cuerpo es ahora un reflejo de la raza humana, un
cuadro que representa el..." Jesús aulló, se retorció
mientras algo se hinchaba horriblemente en su espalda. "...el
espanto... el espanto donde se reúnen todas las esperanzas humanas.
¿Por qué tengo que sufrir injustamente?" De repente unas alas
enormes que parecían hechas de Luna, blancas y brillantes, se
desplegaron a su espalda, y temblaron un poco. Algunas plumas
saltaron por los aires y descendieron bailando hasta el suelo. Jesús
ya no tenía expresión de dolor. La cámara se alejó un poco y se
oyeron susurros atemorizados. Con un sólo golpe, el hombre alado
levantó el vuelo y se alejó a toda velocidad. La cámara mostró
cómo surcaba el cielo hacia el incendio verde. Se oyeron disparos.
Ahora
el tren me llevaba y yo había perdido las riendas de mi imaginación.
Mirando por la ventana veía el inmenso desfile de los paisajes
grises y mis ojos sobrevolaban dormidos toda la frialdad sin poder
quedarse en ninguna parte. Adiós, adiós es la palabra perfecta para
todo lo que hago cuando no sé lo que hago. Entonces mis ojos
tropezaron con aquella aparición espantosa y di un brinco sobre mi
asiento: había una cabeza humana tirada en el suelo, junto a las
vías del tren. Primero la seguí con la mirada con la misma
imperturbabilidad con la que había observado cada edificio, pájaro
o carretera, pero al instante entendí que había algo extraño en
todo eso. Cuando me quise dar cuenta, la cabeza se había perdido en
la distancia. Me incliné hacia la ventana y aún pude verla
desaparecer una vez más mientras el tren se alejaba. Todo mi
estómago se revolvió, las sombras desbordaron mi mente y empecé a
respirar agitadamente. ¿Estaba loco o era real? Tenía que hacer
algo, avisar a alguien, pero el miedo me tenía paralizado y
trastornado. Cuando el tren se paró yo me bajé mecánicamente y
comencé a caminar junto a las vías en dirección contraria a la que
había venido, regresando hacia la cabeza cortada. Durante el camino
susurré canciones que me cantaba mi padre de niño y me acordé de
cómo bailé con mi madre en una fiesta, con mis pies sobre los suyos
y lleno de vergüenza feliz. Ya casi no me acordaba de por qué
estaba ahí, por entre los raíles del tren y poniendo mi vida en
peligro, cuando adiviné que llegaba al lugar. Lo supe cien metros
antes de estar ahí: notaba una presencia extraña y verdaderas
bandadas de escalofríos recorrían mi espalda y mis brazos. La
cabeza estaba ahí. Era un rostro de mujer. Tenía los ojos abiertos
pero la expresión era plácida, y todas las facciones de su cara
estaban tranquilas. Ahora que mis ojos podían detenerse sobre ella,
todo el miedo fue sustituido por una repugnancia absoluta. Vomité.
Me acerqué a ella, me senté a su lado y le dije "Hola".
Después, por fin, entré en razón y llamé al 112.
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